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Asperger, una variante del TEA

viernes, 20 de mayo de 2016

  • 7 de cada 1.000 personas padece este trastorno


Por Ivory Samos | San Cristóbal de La Laguna




Las dificultades en las relaciones sociales o la incomprensión de ironías o dobles sentido son algunas características que poseen las miles de personas diagnosticadas con Síndrome de Asperger. Según la Federación Asperger España, es un desorden severo del desarrollo, considerado como un trastorno neuro-biológico en el cual existen desviaciones o anormalidades. Problemas en las habilidades y relaciones sociales, falta de empatía, torpeza motora, una gama limitada de intereses u anomalías en la captación de los valores connotativos del lenguaje, son algunas características de los llamados asperger.


Aaron, un niño autista, realizando unas actividades en el centro de autismo ALDIS/ ALDIS

Si nos basamos en la definición de salud y enfermedad, podemos llegar a la conclusión de que el Trastorno del Espectro Autista (dentro de donde se encuentra el Síndrome de Asperger) no es una enfermedad. Se debe tener un pronóstico y un diagnóstico para ser un enfermo. Estamos ante un problema de desarrollo que se sale del concepto de normalidad. Se podría entender como un trastorno del comportamiento, ya que pueden tener una salud inmejorable, pero seguirán presentando conductas específicas e identificables.
En el caso de los TEA no existe un origen conocido por el momento y es muy difícil generalizar en los diferentes casos porque no hay dos diagnósticos iguales. Por esta cuestión de incertidumbre ante el porqué del TEA y por consiguiente del asperger, se busca un origen neuro-biológico a estos trastornos.
En el caso de Canarias existe un proyecto llevado a cabo por NEUROCOG, un grupo de investigación en Neurociencia Cognitiva y Psicolingüística de la Universidad de La Laguna. Se desarrolla con adultos jóvenes con TEA y personas neurotípicas, con técnicas de estimulación cerebral no invasiva (TMS y tDCS) y de electrofisiología cerebral. Este último consiste en el estudio de las propiedades eléctricas de  células y tejidos (EEG). TMS y tDCS (siglas inglesas) son dos estimulaciones transcraneales, la primera magnética y la segunda, de corriente directa. Estas permiten una intervención bastante focal sobre una determinada región cerebral de interés e inducen cambios en el comportamiento social.
El estudio tiene como finalidad verificar el funcionamiento de tres neuromarcadores funcionales como posibles herramientas diagnósticas del TEA y comprobar si la neuromodulación producida mediante la tDCS produce cambios de conectividad funcional. Esto podría mejorar la comprensión de situaciones interpersonales. El proyecto llamado “Neuromarcadores Funcionales y Neuromodulación del Trastorno del Espectro Autista” puede contribuir a mejorar nuestra compresión de las alteraciones neurológicas responsables del TEA y la eficacia de los neuromarcadores utilizados en la investigación.
Infografía sobre el AS y sus síntomas /AANE
Se estima que en Canarias hay más de 7.300 personas con autismo. El 15,5% tienen menos de 13 años en el archipiélago. A pesar del alto porcentaje de TEA en Canarias, el Gobierno no destina el dinero necesario para su investigación y su correcto tratamiento. La mayoría del presupuesto destinado a su estudio procede de Autism Speak, una organización estadounidense en defensa del autismo. En cuanto a las diferentes asociaciones canarias que apoyan estos trastornos se sustentan, la mayoría, mediante donaciones privadas o de otras fundaciones. Según la Presidenta de la Fundación estatal Autismo Diario, Delfina Pérez Martín, lo más valioso en la atención para las personas con autismo es la educación, cimentada en una filosofía, la participación social. “Sin un proyecto de participación social las personas con autismo seguirán sin ocupar el lugar que les corresponde en nuestra sociedad”, refuerza. Debido al desconocimiento de este trastorno, se sigue pensando que el asperger es un autismo leve o una mera falta de empatía. Lo cierto es que los pacientes con AS (asperger), tienen que aprender desde cero cómo comportarse dependiendo del contexto social. Por esta razón, deben desarrollar la empatía estudiándola como una asignatura, no como algo que les nace. Delfina Pérez hace hincapié en la necesidad de conciencia social, ya que para los afectados, es un ejercicio de adaptación de gran nivel, es más, “en la Universidad de La Laguna hay estudiantes asperger diagnosticados que no lo han comunicado por la incomprensión."
Actualmente la comunidad canaria, no cuenta con un tratamiento para el síndrome. Sí para las comorbilidades como la ansiedad, depresión, tics, fobia social, etc. Es más, la única asociación que recibía ayuda especializada en el archipiélago ha cerrado sus puertas. Estas asociaciones recalcan la importancia de las investigaciones científicas, pero no dejan a un lado la necesidad de conciencia social para facilitar la adaptación social que deben llevar a cabo estas personas.

Asperger en la edad adulta
Hans Asperger describió un síndrome en los años 40, que al igual que el autismo, incluye dificultades en la comprensión de los estados mentales de los demás, aunque preservando las capacidades lingüísticas. No fue hasta los años 80 cuando empezaron a realizarse los primeros diagnósticos y se fue conociendo un poco más este trastorno.
Debido a esta novedad y al avance médico, muchas personas han sido diagnosticadas tardías con el AS. Además, la investigación se ha extendido a poblaciones adultas y se ha comprobado que algunos adultos con asperger pueden ser altamente funcionales. Estos pacientes diagnosticados en una edad avanzada reciben químicos que, en la mayoría de los casos, no aportan una mejoría.
Cierto es que los diagnósticos suelen producirse en los comienzos del período de escolarización del menor y hay tácticas que ayudan a los padres a descubrir síntomas en el pequeño. Si esto lo trasladamos a un adulto, puede detectarse mediante características como la no atribución de estados mentales a los demás, ni a sí mismo. Estas pueden hacer que finalmente, el paciente tenga un diagnóstico tardío como TEA. Aun así, las anomalías en el comportamiento social de un adulto son más difíciles de detectar que en un niño; tendiendo a pensar que el AS simplemente no logra integrarse en la sociedad por decisión propia.

La ULL se mueve por el autismo


En el siguiente reportaje audiovisual se explica la investigación y los pasos del estudio llevado a cabo por el Instituto Universitario de Neurociencia (IUNE) en la Universidad de La Laguna.


Reportaje audiovisual propio sobre el asperger y la investigación de NEUROCOG